Poema incluido en “Ecos del Grito” Volumen I
Antología Virtual (E.Book) 2da.
Convocatoria Internacional de Mujeres Poetas
Año 2014
DEPRESIÓN
DE MUJER
Cada
día tu esencia compuesta de suaves y fuertes contrastes
convoca
y reúne al elenco de roles que tu género reclama.
La
mejor profesora, la más dedicada enfermera, la psicóloga que escucha,
la guerrera
que defiende, el descanso para el triste, la mirada que cobija;
la
eterna amante del trabajo, la paciencia en el esfuerzo,
el
vientre mágico que mezcla vida, amor y anhelos.
Pero
qué pasa si tú caes, si tus armas se disuelven,
si
los hilos parecen cortados,
si
la alegría intenta esconderse y burlarse
de ti…
La
Fuerza creadora que asiste a la rosa,
al
tigre, al águila y al ciervo
a
cada partícula de este Universo
se anida
segura en ti.
Y en
este “anidarse” quizás, decida dormir por un tiempo
o
dejar que el letargo, la tumbe una tarde de Domingo;
teja
con desgano y paciencia una manta de
finos delirios
y
olvide cambiar el agua de los floreros y
deje abiertos los pestillos,
permitiendo
así el ingreso de diversos enemigos
que
inútilmente intentarán derribar un gran
designio,
que ancestral
e infinito,
te
define por su espíritu
majestuoso,
indomable, dulce, cálido y sutil;
como
la nieve en invierno,
como
el fuego en la antorcha que se eleva
e
ilumina a pesar de su destino.
Toma
consciencia de ti, de cada célula que vive en ti
y ya
prendada de tu tiempo, de tu valor y tu ritmo
inventa
de nuevo el rumbo.
Llena
y adorna de banderas, guirnaldas
y
globos de colores muy vivos
cada
habitación y pasillo,
cada
espacio, todo el nido,
olvídate
del vacío.
Y
que este especial encuentro tuyo, contigo
sea
siempre un nuevo inicio,
un
despertar, un clamor
un
grito de guerra salvaje y altivo.
Porque
no hay alternativa
eres
vida, pura vida
y
todo lo demás son ritos.
Ritos
que cambian, que se mudan de
domicilio
que
abrigan y dejan sin abrigo
que
vienen y van según la moda y su arbitrio.
La
verdad es que eres más que buena,
más
que amante y compañera
eres
ancla, eres miel,
eres
el calor de la hoguera.
Tú
eres, lo quieras o no,
la
misma Madre Tierra.