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domingo, 28 de agosto de 2016

El Heredero









El Heredero



Tercer Lugar Nacional año 2014:   Concurso
“Derechos y Deberes Ciudadanos” Organizado por la Dibam
“Conozco mis derechos para cumplir con mis deberes”


Como una madre cariñosa,  conservas para tus hijos retratos y recuerdos. Intentando atrapar los recodos del tiempo. Nos  relatas,  cada día, nuestra Historia, y  la mantienes viva, guardada, protegida.  Defendiéndola del olvido resguardándola del frío, en delicado cobijo. Porque la Historia es como un tejido fino,  creado con hebras de amor y de sueños. Pasión, dolor, alegría, encuentros y contratiempos.
Y en este mismo hilado estoy yo, el legítimo Heredero.  Formando parte de esta maravillosa composición que entrelaza costumbres,  conquistas, felicidades y heridas, todas impregnadas de ilusión y anhelos. Si bien tengo derecho a admirar, valorar, disfrutar y aprender, mi reverencia debe ser siempre diaria. Como hijo, agradecido, que cuida con calidez el  legado de sus padres, sus ancestros y así ser: “Un vigilante atento que se esmera en proteger lo que algún día, tarde o temprano tendrá que ceder”.

Con todo mi corazón quiero colaborar contigo en resguardar lo heredado. Porque fueron muchos los desvelos, los afanes, los trabajos. No fue una tarea fácil, dejarme este gran regalo; una herencia inmerecida y que tantos han custodiado.

Cada suceso guarda el valor de sus protagonistas; cada obra, lleva en si el alma de su creador. Notas musicales, atrapadas en partituras, que desplegadas al aire recrean el alma y dan paz; banda sonora de la civilización. Humedecidos pinceles que danzaron sobre soportes y lienzos, fijando momentos, quitándoselos  al espacio y al tiempo. Ideas llevadas a través de las palabras en un viaje eterno. Poemas, ensayos, cuentos, sabios y lúdicos textos. Verdaderos tesoros más que valiosos, perfectos. Ellos me enseñan y acompañan en este mágico desplazamiento, iniciado  un día  de un año en  un tibio vientre materno. Y que terminará otro día de otro año y al que deseo llegar sintiendo, que supe cuidar o al menos, saber que hice mi mejor esfuerzo.

Depresión de Mujer









Poema incluido en  “Ecos del Grito”  Volumen I
Antología Virtual (E.Book) 2da. Convocatoria Internacional de Mujeres Poetas
Año 2014

DEPRESIÓN DE MUJER


Cada día tu esencia compuesta de suaves y fuertes contrastes
convoca y reúne al elenco de roles que tu género reclama.
La mejor profesora, la más dedicada enfermera, la psicóloga que escucha,
la guerrera que defiende, el descanso para el triste, la mirada que cobija;
la eterna amante del trabajo, la paciencia en el esfuerzo,
el vientre mágico que mezcla vida, amor y anhelos.
Pero qué pasa si tú caes, si tus armas se disuelven,
si los hilos parecen cortados,
si la alegría intenta  esconderse y burlarse de ti…

La Fuerza creadora que asiste a la rosa,
al tigre, al águila y al ciervo
a cada partícula de este Universo
se anida segura  en ti.
Y en este “anidarse”  quizás,  decida dormir por un tiempo
o dejar que el letargo, la tumbe una tarde de Domingo;
teja con desgano y  paciencia una manta de finos delirios
y olvide cambiar el agua de los floreros  y deje abiertos los pestillos,
permitiendo así el ingreso de diversos enemigos
que inútilmente intentarán derribar un  gran designio,
que ancestral e infinito,
te define por su espíritu
majestuoso, indomable, dulce, cálido y sutil;
como la nieve en invierno,
como el fuego en la antorcha que se eleva
e ilumina a pesar de  su destino.

Toma consciencia de ti, de cada célula que vive en ti
y ya prendada  de  tu tiempo, de tu valor y tu ritmo
inventa de nuevo el rumbo.
Llena y adorna de banderas, guirnaldas
y globos de colores muy vivos
cada habitación y pasillo,
cada espacio, todo el nido,
olvídate del vacío.
Y que este especial encuentro tuyo, contigo
sea siempre un nuevo inicio,
un despertar, un clamor
un grito de guerra salvaje y altivo.
Porque no hay alternativa
eres vida, pura vida
y todo lo demás son ritos.
Ritos que  cambian, que se  mudan de  domicilio
que abrigan y dejan sin abrigo
que vienen y van según la moda y su arbitrio.
La verdad es que eres más que buena,
más que amante y compañera
eres ancla, eres miel,
eres el calor de la hoguera.
Tú eres, lo quieras o no,
la misma Madre Tierra.



domingo, 7 de agosto de 2016

Una bella, tierna y dulce canción






Una bella, tierna y dulce canción

El alma de la música y el alma de las letras decidieron crear una canción.  Para ello, aportaría cada una con los mejores frutos de su huerto.  Por un lado la música se hizo presente en suaves acordes;  y por otro lado, las letras articuladas en  palabras, venían a su encuentro.  En profunda complicidad, el destino garantizaba la magia amorosa de esta creación.   Cada estrella ansiaba aportar con su luz, cada rayo de sol deseaba  entregar su calor y las manos finas de la luna, generosas esperaban para dar cuidado maternal a esta nueva hija del talento.  Todo era perfecto, el Cosmos protegía esta unión; las coordenadas indicaban el punto exacto de la cita predestinada para estas creadoras almas.  En este escenario, quién pensaría que algo podría fallar.  Pero falló.  En la génesis de la bendecida  obra, las palabras grabaron, a fuego, en sus esencias el sonido de las notas musicales; sin embargo, algo ocurrió cuando los hechos se buscaban y en un cisma, la música asustada huyó  y las palabras se partieron en incontables pedazos.  Fue algo triste, muy triste. Una vez más el tiempo jugó con las almas y en una indescifrable paz  transcurrieron muchos días. En medidas terrestres fueron meses, más de un año, quizás.
Durante ese tiempo, el alma de las palabras,  se dedicó a repararlas.  Las cuidó, a todas, con gran esmero, pegando, con delicadeza, uno a uno los trozos hasta que se curaron.  Después las guardó en un delicado sobre que, al cerrarlo, sello con un  beso diciéndoles: “adiós, hasta que volvamos a vernos”.
Cada día, el alma de las letras, sembraba con resignación, nuevas frases, mientras vivía la vida de todos, sin mayores penas ni alegrías, a excepción de la felicidad que sentía, cuando oía el gorjeo de las aves, que llegaban cotidianamente a posarse en el alfeizar de  su ventana.   Así las jornadas insistían en jugar a pasar.  Pero una mañana, no fue igual a las demás; el alma se estremeció al oír un canto diferente, eran acordes inesperados, porque en ese trino re-conoció la música que un día la abandonó.  No lo podía creer.  Ella pensó que jamás volvería a oír esa melodía.  El pájaro insistía en su bello canto una y otra vez.  El alma, emocionada, buscó el sobre que hospedaba a las cicatrizadas palabras y al abrirlo, ellas felices salieron volando al encuentro de la querida música.  Al encontrase, se abrazaron vibrantes, llenas de amor y anhelantes. Y ya juntas, por fin, felices elevaron el vuelo hacia el cielo infinito.  Volaron alto, muy alto.  Se perdieron de vista para los ojos humanos, convertidas ya, en lo que siempre debieron ser, una bella, tierna y dulce canción.

Fin

Cuando las ventanas hablen




https://www.youtube.com/watch?v=yFa05Pq7vF0



Cuando las ventanas hablen

 (Obsequiado en Presentación de Libro ¨Cuentos, reflexiones y poemas anti es 3)


Ventanas
en estilos modernos,
antiguas o restauradas;
algunas vestidas
con cortinas elegantes
otras con sofisticadas persianas
y las más audaces desnudas
o con visillos insinuantes.
Ellas son,  sin lugar a dudas,
los ángeles de una morada,
los ojos de una casa.
Siempre observando atentas,
felices en  primaveras,
nostálgicas en otoños,
trémulas  en  inviernos  y  veranos,
señoriales al contemplar el  júbilo
o sufriendo por una triste  escena;
las ventanas,  nuestras  inseparables
compañeras  calladas,
cuando  vigilamos incansables
el pronto regreso
de una presencia amada.
En un día frío, empañadas de vapor,
pizarra  lúdica para dedos vivaces,
ansiosos de plasmar dibujos,
nombres  y señales;
y también para besar
con juguetones  labios infantiles,
a  los cristales.

En sus democráticos alféizares
canta un pajarito,
se trepa una planta,
un gato se luce
o un niño se sienta.
Un bizcocho se enfría
o se seca la ropa apurada.
Cuando la salud se aleja,
cuánta  alegría
traen las ventanas;
porque  atrapan la luz mágica
del Sol de la mañana
y la de las estrellas que arrullan
al final de la jornada.

El día en que todo cambie
y  las ventanas hablen,
algunas  llorarán por lo perdido,
otras  cantarán alabanzas
y, con seguridad, todas
darán gracias,
por haber sido
sólo ventanas.

https://www.youtube.com/watch?v=yFa05Pq7vF0