Tercer Lugar Nacional año 2014: Concurso
“Derechos y Deberes Ciudadanos” Organizado por la Dibam
“Conozco mis derechos
para cumplir con mis deberes”
Como una madre cariñosa, conservas para tus hijos retratos y recuerdos.
Intentando atrapar los recodos del
tiempo. Nos relatas, cada día, nuestra Historia, y la mantienes viva, guardada, protegida. Defendiéndola del olvido resguardándola del frío, en delicado cobijo. Porque la Historia es como un tejido fino, creado con hebras de amor y de sueños. Pasión,
dolor, alegría, encuentros y contratiempos.
Y en este mismo hilado estoy yo, el legítimo Heredero. Formando parte de esta maravillosa composición
que entrelaza costumbres, conquistas, felicidades
y heridas, todas impregnadas de ilusión y anhelos. Si bien tengo derecho a admirar,
valorar, disfrutar y aprender, mi reverencia debe ser siempre diaria. Como hijo,
agradecido, que cuida con calidez el legado de sus padres, sus ancestros y así ser:
“Un vigilante atento que se esmera en proteger lo que algún día, tarde o
temprano tendrá que ceder”.
Con todo mi corazón quiero colaborar contigo en resguardar
lo heredado. Porque fueron muchos los desvelos, los afanes, los trabajos. No
fue una tarea fácil, dejarme este gran regalo; una herencia inmerecida y que
tantos han custodiado.
Cada suceso guarda el valor de sus protagonistas; cada
obra, lleva en si el alma de su creador. Notas musicales, atrapadas en
partituras, que desplegadas al aire recrean el alma y dan paz; banda sonora de la
civilización. Humedecidos pinceles que danzaron sobre soportes y lienzos, fijando
momentos, quitándoselos al espacio y al
tiempo. Ideas llevadas a través de las palabras en un viaje eterno. Poemas, ensayos,
cuentos, sabios y lúdicos textos. Verdaderos tesoros más que valiosos,
perfectos. Ellos me enseñan y acompañan en este mágico desplazamiento, iniciado
un día
de un año en un tibio vientre materno.
Y que terminará otro día de otro año y al que deseo llegar sintiendo, que supe
cuidar o al menos, saber que hice mi mejor esfuerzo.